"Los premios para hombres multiplican por 10 el de las mujeres", detalla la ucraniana. La bicampeona mundial renunció a revalidar su título cuando rechazó ir a Arabia Saudita por el trato a las mujeres.
por Héctor Mariñosa
BARCELONA.- La ajedrecista Anna Muzychuk, que perdió sus títulos de Campeona del Mundo de Ajedrez Rápido y Relámpago al negarse a jugar en Arabia Saudita por la discriminación que sufren las mujeres, afirma que en este deporte sigue habiendo machismo pues hay torneos donde “los premios para los hombres multiplican por 10 el de las mujeres”.
Nacida en Lviv (Ucrania) hace 28 años, el nombre de Anna Muzychuk traspasó el ámbito de la esfera ajedrecística el pasado noviembre al renunciar a revalidar su doble corona mundial y a una ingente bolsa de dinero cuando rechazó acudir a Riad, donde las autoridades exigían a las jugadoras vestir el yihab o ir acompañadas por hombres al salir a la calle.
Muzychuk, que anteriormente ya tuvo que jugar con velo islámico en Irán, no quiso pasar de nuevo por esta tesitura y anunció el pasado 11 de noviembre en su página de Facebook que no acudiría a Arabia Saudita, al igual que su hermana María, también en la elite del ajedrez femenino, para “mantener mis principios y no sentirme como una ciudadana de segunda categoría”.
La jugadora, que participó en una exhibición de 16 partidas simultáneas en la sala Luz de Gas de Barcelona, ciudad a la que volverá el próximo día 24 invitada por el Ayuntamiento, señaló, en una entrevista con EFE, que se informó de las condiciones hacia la mujeres en Arabia Saudita. “pensé que todas estas normas eran injustas y no me sentiría a gusto con ellas”.
“Después de anunciar mi decisión -añade-, la organización decidió no obligar a las jugadoras a usar el velo, pero para mí no era suficiente, porque seguían imponiendo el velo al salir a la calle o vestir con ropa oscura hasta la muñeca, cosas con las que no estaba de acuerdo, y que van contra de la igualdad entre hombre y mujer”.
Anna Muzychuk reconoce que no se esperaba la repercusión internacional de una medida, la de renunciar a un torneo por el trato dado a las mujeres, que tomaba por primera vez.
“Simplemente lo escribí en mi página de Facebook y, de pronto, muchísima gente empezó a darme su apoyo. Esta entrada se hizo muy popular, recibió más de 170.000 ‘likes’ y fue compartida más de 70.000 veces”, recuerda.
La ajedrecista reconoce que la hizo “sentir bien que tanta gente compartiera” su opinión, y agradece especialmente los apoyos recibidos “de personas musulmanas” que le escribieron dándole “las gracias por la decisión” que tomó.
Pese a este gesto de reivindicación de los derechos de las mujeres, Muzychuk dice que se considera más “igualitarista” que feminista: “No me gustaría que me asociaran con el feminismo radical, sino con un igualitarismo razonable, con el fin de que las mujeres sean tratadas de la misma forma que los hombres”.
Preguntada sobre si hay machismo en el mundo del ajedrez, la jugadora indica que este juego “ha sido tradicionalmente un deporte de hombres” y que esta característica “se mantiene hoy en día”.
Pone como ejemplo que en el campeonato del mundo celebrado en Arabia “los premios del torneo en el que participaban los hombres eran tres veces superiores al de las mujeres: un millón y medio para los primeros por medio millón para ellas”.
En ocasiones, la diferencia es incluso más amplia, “y en algunos torneos los premios son 10 veces mayores para hombres que para mujeres”. En su opinión, esto demuestra que “sigue habiendo machismo en el ajedrez”. “Pero creo que poco a poco se irá igualando más”.
Pese a ello, afirma que no sufrió desplantes de jugadores masculinos cuando les ganó alguna partida, y si bien reconoce, en tono jocoso, que a algunos de ellos les molestaba más perder con una mujer que con un contrincante masculino, “ahora ya se están acostumbrando”.
Ante el eterno debate de por qué las mujeres no llegan a alcanzar los resultados de los mejores jugadores -la campeona mundial en partidas lentas, la china Hou Yifan, es la número 89 del ránking absoluto-, Muzychuk opina que responde a dos factores: “por un lado la tradición y por otro, el componente físico”.
“El ajedrez -subraya- se consideró siempre un deporte de hombres, y eso hace que muchos más niños sean formados y apoyados para jugar, y en segundo lugar hay un componente físico, que es muy importante para aguantar entrenamientos y partidas largas, y a la hora de recuperarse tras estas partidas para afrontar la siguiente”.
Así, dice que “los hombres pueden rendir a un nivel más alto durante más tiempo, y recuperarse antes de cara a la siguiente partida”, lo que supone “pequeñas ventajas que suman mucho a la hora de tener mejores resultados o mejor nivel”, situación que hace que “no resulte realista” pensar que una mujer pueda proclamarse próximamente campeona del mundo absoluta de este deporte.
Muzychuk tendrá la oportunidad de medirse a ajedrecistas de elite en un torneo en Israel que se celebrará del 1 al 7 de julio, en el que participarán, además su compatriota Vassily Ivanchuk, que fue campeón del mundo de rápidas, los rusos Peter Svidler e Ian Nepomniachtchi -14 y 17 del mundo-, el que fuera candidato a campeón del mundo Boris Gelfand y el gran maestro alemán Georg Meier.
Señala Muzychuk que este torneo “será todo un desafío”, pues parte con la menor puntuación ELO de los participantes, y apunta que el principal objetivo no será el resultado final, sino “acumular experiencia jugando con jugadores de máximo nivel y aprender” de eventuales errores.
Anna Muzychuk, que habla seis idiomas, explica que no puede dedicarse en profundidad a otras cosas porque el ajedrez le lleva mucho tiempo, aunque fuera de esta actividad le “gusta hacer lo que a la mayoría de la gente: reunirme y salir con mis amigos, estar con mi familia, viajar, el cine o hacer deporte”.
EFE.